Despejando mitos sobre tratamientos estéticos
“El botox me va a dejar hinchada”
Mito: la toxina botulínica es una sustancia que relaja los músculos, por lo que no produce un efecto de relleno, su acción radica en que al relajar la zona en que se produce la arruga no se sigue marcando y la piel por consiguiente se repara.
“El botox rellena arrugas”
Mito: la toxina botulínica NO tiene efecto de relleno por lo que si la arruga ya está muy marcada, sobre todo en reposo, el tratamiento correspondería a rellenarla con ácido hialurónico o repararla por otros medios.
“Una vez pasado el efecto del botox voy a quedar más arrugada”
Mito: la toxina impide que se genere la contracción que produce la arruga, pasado el tiempo de acción se vuelve a contraer y aparecerá la arruga que ya estaba, siempre mejora el aspecto de la arruga, ya que la piel tuvo todo ese tiempo para repararse.
“El ácido hialurónico es una sustancia natural”
Verdadero: esta sustancia está presente en todo el cuerpo. Está concentrado en las articulaciones, los ojos y la dermis (piel). Es biodegradable, biocompatible y biomimético, por que es una sustancia que pocas veces genera rechazo en los pacientes. Este material es utilizado por ejemplo para rellenar surcos, arrugas profundas, aumento labial, rinomodelación, entre otros procedimientos. El resultado es una reparación e hidratación en la zona en que fue aplicado.
“Siempre tenemos la misma cantidad de ácido hialurónico”
Mito: La cantidad de ácido hialurónico del cuerpo disminuye a medida que envejecemos. Esta disminución explica en parte la deshidratación y las arrugas que aparecen con la edad. Al llegar cerca de los 50, los niveles de ácido hialurónico del cuerpo disminuyen aproximadamente un 50 por ciento. Esto causa que las líneas finas se vuelvan más profundas y la piel menos firme.
“Soy muy joven para realizarme procedimientos estéticos”
Mito: la verdad es que el proceso de envejecimiento comienza a acelerarse luego de los 30 años, por lo que es una edad ideal para comenzar a prevenir e hidratar la piel como por ejemplo inyectando cócteles de vitaminas con base de acido hialurónico, que no es de relleno, con la intención de captar agua y entregándole directamente a la célula los nutrientes que necesitan para la formación de colágeno. Como resultado se obtiene una piel más luminosa e hidratada. También podemos prevenir la formación de surcos con mínimas aplicaciones de toxina botulínica para que la piel descanse y se comience a reparar.
“Los hilos tensores se ven”
Mito: los hilos tensores van debajo de la piel en el tejido graso, cerca de 5 milímetros por debajo de la superficie de la piel. El paciente las primeras dos semanas aproximadamente si toca el lugar donde fueron puestos los va a sentir, pero a la vista no se ven.
“Voy a quedar con cara de velocidad”
Mito: los hilos tensores traccionan cerca de 1 cm, donde se encuentren ubicados por lo que van a realizar un efecto lifting, no levantan el tejido como un lifting, dando resultados muy sutiles y naturales, además estimulan la producción de colágeno lo cual reafirma la piel como segunda intención.
Como ven, son más los mitos los que rodean los procedimientos estéticos, ya que con tratamientos indicados y dosis correctas pueden obtener resultados naturales y sacar a relucir su mejor versión.
