Ronquido y Apnea del Sueño. (I)

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DR. MAURICIO VARGAS ZEC, Cirujano MÁXILO FACIAL, MVARGAS@DRMVARGASZ.CL

No solo es importante la cantidad de horas de sueño; la calidad de éste es fundamental para el descanso, como también para las funciones cerebrales. Si usted ronca, puede que no esté descansando bien.

El ronquido puede ser signo de una alteración en la estructura del sueño, haciéndolo más superficial y menos reparador. Afecta también la calidad del sueño de la pareja, por el ruido que emite.

El ronquido se produce por la vibración de las paredes de la vía aérea alta, especialmente en la faringe, cuando sus paredes se colapsan debido al relajamiento muscular normal del sueño. Suele aumentar al dormir de espaldas porque así la úvula y la base de la lengua se desplazan hacia atrás, estrechando aún más la vía aérea, provocando un flujo de aire con turbulencias y con ruido: eso es el ronquido.

Si al ronquido ya habitual se presentan “pausas respiratorias” o apneas mientras duerme, entonces se trata de un Síndrome de Apnea Obstructiva del Sueño y es necesario realizar una adecuada evaluación multidisciplinaria, con una evaluación minuciosa y con algunos exámenes para efectuar el adecuado diagnóstico. Efectuado este diagnóstico se planteará el tratamiento, entre los que se incluyen los tratamientos quirúrgicos.

El Síndrome de Apnea Obstructiva del Sueño se trata frecuentemente con un equipo llamado CPAP, usado para evitar el colapso de la vía aérea, que produce la administración de aire con presión positiva y continua, con un equipo sencillo, ligero y de fácil manejo.

En otras ocasiones es necesario recurrir a los tratamientos quirúrgicos para solucionar este problema. Ellos incluyen la mejoría de la permeabilidad de la vía aérea superior, de la válvula nasal y del tabique, la remodelación de la úvula y la Cirugía Ortognática de los huesos maxilares.

En la siguiente revista FEM continuaremos con este tema.