LAS PATALETAS en los niños

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La importancia del rol que cumple la familia

dr. enzo

El Psicólogo clínico de Clínica Magallanes Enzo Arias.

Las conductas de los niños

El niño está descubriendo su mundo y utiliza sus sentimientos para probar nuestras reacciones e ir construyendo su relación con los adultos. Sin embargo, el manejo de sus conductas va a depender de la respuesta de los adultos, las que pueden ir desde una mirada contenedora o agresiva, un abrazo que protege o conductas que buscan sobreproteger. “Los roles en respuesta a las conductas de los niños son importantes, por ejemplo el rol que pueden tener los abuelos cuando se enfrentan a una pataleta. Es sabido que el rol de los abuelos es malcriar o consentir, por ende pedirles que generen una conducta distinta puede ser complicado”, argumentó el Psicólogo clínico de Clínica Magallanes, Enzo Arias.

El Psicólogo de Clínica Magallanes, Enzo Arias, explica que las  pataletas no buscan dañar a los más cercanos, sino más bien, son formas de expresar diferentes emociones en los niños: rabia, frustración, desesperanza, deseos de conseguir algo, pena, etc. Las capacidades cognitivas de los niños aún no desarrollan -en este sentido- la capacidad de abstracción o hipotetización, que como señala el famoso Psicólogo  Jean Piaget, se produciría a partir de los once años.

Es importante entender que nuestros padres no son lo mismo que los abuelos de nuestros hijos. Tal vez muchas veces hemos escuchado decir  “cómo, si mi papá o mamá fueron tan estrictos con nosotros y ahora les permiten todo a nuestros hijos”, pues estamos equivocados porque su relación es de abuelos a nietos y no de padres a hijos. Una de las formas de pedirles ayuda es hablar con nuestros padres -no con los abuelos-, diciéndoles por ejemplo: “mamá necesito que me ayudes a mi -tu hija- con mis hijos, porque yo te necesito”.

El rol de los padres con los hijos

El Psicólogo clínico de Clínica Magallanes Enzo Arias explica que la autoridad de los padres es importante para controlar las pataletas, “nuestros hijos deben sentir que somos capaces de quererlos, de guiarlos, pero también  de ponerles límites, sino entenderán que pueden hacer lo que quieran y de la forma que ellos quieran”. También agregó que “la coordinación y comunicación entre los padres es vital, por ejemplo al ponernos de acuerdo cuándo ignoraremos una conducta negativa y cuándo reforzaremos una conducta positiva. Si el niño realiza una conducta negativa podemos ignorarla, pero ignorar es ignorar, porque cualquier estímulo puede ser entendido por el niño como un refuerzo. Por ejemplo: una mirada o un grito puede reforzar una conducta y mantenerla en el tiempo. Pero si el niño cambia la conducta y se acerca a nosotros amablemente, tenemos que reforzar su comportamiento con toda la atención deseada -y lo más importante- sin recordar la conducta que se ignoró anteriormente, porque eso genera recordar la conducta negativa, y en ese sentido reforzarla”.

El comportamiento de los padres se refleja en los hijos

“Nuestra forma de reaccionar enseñará a nuestros hijos la manera de abordar los conflictos. Si respondemos de manera agresiva esa será su forma de moverse en el mundo, si podemos enseñarles que con calma los conflictos y las demandas se resuelven mejor, esa será su conducta” señaló el especialista Enzo Arias.

No siempre las pataletas tienen que ser abordadas con profesionales. Si los padres pueden resolver el problema bienvenido, pero si las pataletas alcanzan niveles de intensidad que puedan generar agresividad a los demás o hacia ellos mismos, o si estas conductas pueden generar un quiebre a nivel marital, parental o familiar, es necesario consultar a especialistas acreditados en el abordaje clínico.

“La familia cumple un rol fundamental en la resolución de las pataletas. El niño muchas veces muestra a través de sus pataletas que algo pasa en la familia; la teoría familiar sistémica nos habla de pautas familiares, formas de interacción que tienen las familias en su diario vivir y a veces las conductas de un hijo pueden ser un síntoma de que algo no anda bien. Por eso el abordaje clínico y terapéutico es familiar, porque debemos mirar y entender cómo la familia aborda estas situaciones y cómo la pauta de interacción puede seguir manteniendo un problema”, puntualizó el Psicólogo clínico Acreditado de Clínica Magallanes, Enzo Arias.