Todas las historias merecen ser contadas

Jonathan Barría Arjel: Un videógrafo de bodas, en el sur del mundo.

¿Cómo comenzaste a hacer videos de boda? 

“Un buen día llega More, una novia pronta a casarse, con ganas de tener un video de su boda. ¿Video de bodas? Qué aburrido, pensé… Pero ella había visto videos entretenidos en Santiago, investigué y efectivamente, había una nueva tendencia, ya no eran esos videos interminables de 2 horas : 1 hora la ceremonia y 1 hora de la fiesta. Era un mundo nuevo, había que arriesgarse y ella confió. Así logramos el primer video de bodas. Fue una experiencia increíble, los novios eran muy simpáticos, toda la familia era simpática en realidad, muy buena onda en todo momento, pasaron muchas cosas, fue casi un reality. Tuve que acompañar a la novia (porque ella organizó todo) a dejar los arreglos florales a la catedral y la iglesia estaba llena, pero repleta de niños y jóvenes, tuvimos que esperar en una pequeña sala a que salieran, porque si no las flores iban a terminar estropeadas. El novio quería pasar la tarde haciendo algo más deportivo para mostrar en el video (escalar, andar en bicicleta, o algo así), pero la novia no lo dejó, ‘no vaya a ser cosa de que te lesiones justo el día de la boda’, así que terminó jugando play con los amigos. Fue una de las bodas más grandes en las que he estado, muchos invitados y lindas actividades en la fiesta. Aprendí mucho, y la pasé muy bien, me encantó la experiencia, me di cuenta de que los videos de boda no eran tan ‘aburridos’, así que decidí comenzar a ofrecer el servicio. Al poco tiempo me contactan para hacer un video de bodas en Torres del Paine”.

“¿Video de bodas? Qué aburrido. Eso pensaba antes de meterme de cabeza en este mundo de los matrimonios, este mundo de recuerdos e historias”

¿Torres del Paine? Entonces, ¿no sólo haces videos en Punta Arenas?

“He tenido la suerte de grabar matrimonios en lugares como Torres del Paine, Isla Riesco y Puerto Natales. Hasta a Santiago me han llevado algunos novios a filmar su boda. Yo feliz de poder contar sus historias en video, en medio de esos lugares mágicos”.

¿Trabajas solo o con un equipo de gente?

“Yo grabo desde el arreglo de la novia, hasta la fiesta, nunca sabes lo que puede pasar, hay que estar muy atento. En este último tiempo he decidido comenzar a trabajar a una sola cámara y llamando a Sergio, hasta ahora el único camarógrafo de confianza que tengo, cuando el evento lo amerita. Pero más que nada, porque estoy tratando de cultivar un estilo en el video, una forma de decir las cosas.

Si bien estoy prácticamente todo el día de la boda, no grabo horas y horas de corrido, grabo lo que me llama la atención, lo que creo me servirá para poder contar la historia de ese día. Igual constantemente estoy pensando en la edición, en el producto final que recibirán los novios. Tiene que ser un buen video, un buen recuerdo”.

¿Y cuál es ese estilo del que hablas?

“Lo primero es que estoy convencido de algo: ‘todas las historias merecen ser contadas’ no importa qué, hay algo único que representa a los novios, para algunos es la tradición de la familia, para otros es el romanticismo, la historia de cómo se conocieron, o de cómo pasaron juntos por momentos difíciles en su vida. Yo quiero ser un testigo de lo que pasa en el día, por lo mismo no me gusta llamar la atención, trato de pasar desapercibido, ojalá que no sepan que estoy grabando. A veces hay momentos muy bonitos, una frase extraordinaria de alguno de los invitados, o en la ceremonia, momentos chistosos o simplemente momentos honestos.

Para lograrlo hay varias cosas que he ido descubriendo con el tiempo. El equipo que uso para grabar está en función de esto también. Cámaras pequeñas para no ser tan invasivo, pero que me permitan grabar en buena calidad. No son las mejores del mercado, pero son las mejores para mi forma de decir las cosas. Hasta la vestimenta es importante, no hay que llamar mucho la atención.

Pero lo más importante es que los novios confíen en mí, que se sientan a gusto, por eso siempre tengo reuniones con ellos antes de la boda, antes de que decidan contratarme incluso, esa es la reunión más importante. El estilo del que te hablo se verá reflejado en el video final. No sólo debe ser un recuerdo para que los novios vean una vez al año, tiene que ser un video que les guste, que los represente y que puedan disfrutar con su familia y amigos. Ojalá y sea el mejor recuerdo de todos”.

¿Tienes algún consejo o mensaje final para los novios?

“Que disfruten, es el día más importante de sus vidas, no deberían estar tan preocupados. Los nervios son parte del día, pero no deberían estar pensando en la cena, en la decoración, en los detalles del salón. Traten de descansar en alguien de confianza. Hay buenos proveedores en Punta Arenas, gente muy responsable en cada rubro, y no sólo coticen, entrevístense con la gente de los servicios, pidan datos a sus amigos, averigüen en internet”.

“Y para terminar: Pueden hacer una boda temática, una boda en el campo, una boda de 300 invitados o una sencilla de 50, pero lo más importante es que los represente a ustedes, que sea el reflejo de lo que son, que los invitados sean realmente los que tienen que estar, aquellos con los que les gustaría compartir los recuerdos del día de su boda”.