Cómo identificar y ayudar a personas con trastornos del ánimo

Contención familiar y ayuda profesional son factores claves

La risa y el llanto son rasgos que nos diferencian de los demás mamíferos y nos caracterizan como los seres humanos que somos. A lo largo de nuestra vida las diferentes vivencias que enfrentamos nos llevan desde alegría y satisfacción hasta la pena más profunda.  Sin embargo, no todas las personas se reponen rápidamente por lo más diversos motivos.

Enzo Arias, psicólogo clínico de Clínica Magallanes, explica que los trastornos del ánimo son un grupo de síntomas físicos y psicológicos que se manifiestan en 3 niveles. “A nivel de emociones, como el llanto fácil, irritabilidad, desgano generalizado, sentimientos de culpa exagerados y baja autoestima, pesimismo y desesperanza que a menudo lleva a ideas de muerte y a pensamientos o acciones suicidas”.  También a nivel de conductas o formas de actuar en el diario vivir como la pérdida de interés, motivación o placer en las actividades que antes disfrutaba, incluyendo la vida sexual.
“En tercer lugar, los trastornos del ánimo también se manifiestan a través del funcionamiento biológico como por ejemplo trastornos del sueño, trastornos del apetito, dificultad para concentrarse, para recordar o tomar decisiones”, explica Arias.
Si usted sospecha que un amigo/a o familiar pudiera estar sufriendo de algún trastorno de ánimo, también conocido como depresión, es importante poner atención a los síntomas que le permitan ofrecerle ayuda, compañía o sugerirle ayuda profesional.  “El paciente deprimido deja de hacer las actividades que generalmente le gustaban hacer normalmente, muestra una despreocupación por su conducta general y su apariencia como por ejemplo no maquillarse o arreglarse, o no afeitarse en caso de los hombres”.

Causas de los trastornos del ánimo
Enzo Arias explica que hay 3 factores principales que inciden en la aparición de un trastorno del ánimo: biológico y/o genético, individual o la personalidad de la persona y, social o cultural.
“Diversos estudios señalan que habría predisposición genética para adquirir un trastorno del ánimo, es decir, se puede traspasar de una generación a otra; pero también puede ser reactivo a una enfermedad, como resultado de una alteración biológica o el enfrentar una enfermedad no esperada y a veces invalidante”, explica el psicólogo clínico.
Por otra parte, hay rasgos individuales que los lleva a interactuar en el mundo con escasos recursos para afrontar una crisis vital, es decir, su estructura sería débil frente a situaciones graves y a veces no tan graves, pero que la persona la identifica como imposible.
Finalmente, existen pautas sociales y familiares que determinarían un rol de las mujeres, vistas como más sensibles o frágiles, pero además serían sindicadas en algunas culturas como las más fuertes y las que por rol deberían afrontar mejor el dolor; sin embargo, esta definición genera un mandato social o familiar frente a la acumulación de los dolores no sólo de ellas sino de todo el entorno familiar.
Adicionalmente, Arias explica que los factores climáticos determinan también la propensión a generar un cuadro del ánimo, “lo que llamamos trastorno afectivo estacional caracterizado por la presencia de síntomas de depresión durante una cierta estación del año, principalmente en invierno, situación que nos afecta principalmente por la falta de luz que incide en los niveles de serotonina y por ende nuestro estado anímico general”.

Importancia de solicitar ayuda profesional
Es fundamental determinar si existen factores biológicos en el paciente deprimido, por ello Arias destaca la importancia de realizar un chequeo médico y determinar que el origen no es orgánico. “De ahí la importancia de entender que no todo es psicológico”.
En Clínica Magallanes la atención es realizada por un equipo interdisciplinario, que en conjunto trabaja desde el ámbito médico y de salud mental los diferentes requerimientos del paciente.  “Contamos con una comunicación fluida y la derivación adecuada entre los diferentes profesionales de la salud, para asegurar no sólo un buen diagnóstico, sino que además una sólida intervención con profesionales altamente capacitados”, comenta Arias.