Mujeres sobre los 80 años: Toda una experiencia de vida

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El paso de los años incide de manera diferente en hombres y mujeres, sin embargo, es algo inevitable.
Probablemente los primeros signos del envejecimiento parecieran estar relacionados simplemente con una mayor experiencia, las mujeres siguen un ritmo e intentan vivir en plenitud las distintas etapas de la vida.
Para conocer un poco más de la “cuarta edad”, cuyo comienzo se considera a partir de los 80 años, conversamos con dos mujeres, que actualmente tienen 81 años, con distintas experiencias de vida. Una de las últimas descendientes Kawésqar, y una líder social de la comuna de Puerto Natales, Ester María Edén Wellington y Zulema Ojeda Moya, respectivamente.

 

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Mujer de etnia

Ester María Edén Wellington, originaria de la localidad de Puerto Edén, se define como una mujer de esfuerzo, que aún recuerda y practica, de vez en cuando, su lengua nativa. Según nos relató, durante sus tiempos de juventud se dedicó a mariscar, a la agricultura, a la caza de animales y a la realización de manualidades como cestas en junquillo, las que vendía para mantener a su familia.
No asistió al colegio, sin embargo su riqueza cultural es invaluable. Vivió con sus padres y hermanos, una vida que aparentemente se ve sencilla y monótona, pero que considera rica en el conocimiento y uso del territorio. Su calidez y esfuerzo representan fielmente a la mujer de nuestra región, la esencia de la mujer étnica.
Residió en el antiguo Servicio de Geriatría, donde llegó desde Puerto Natales. Actualmente vive sus días en el Establecimiento de Larga Estadía para Adultos Mayores (ELEAM Magallanes), donde participa de actividades que la ayudan a mantener su funcionalidad y actividad. Hoy sus intereses están orientados a las actividades que realizaba en el pasado y a los recuerdos que le evoca su vida en su cada vez más lejano Puerto Edén. Es un ejemplo vivo del tesoro acumulado.
En nuestra cultura no tenemos las destrezas para acceder a ella, son parte de las limitaciones del mundo civilizado por construir relaciones con nuestros pueblos originarios; tal como ellos lo hacen con el entorno regional que habitaron: su gran riqueza y valor. Esta relación que está tan lejos de nuestro actuar como cultura.
Su vejez, va marcando el tiempo inexorable de una pérdida que puede ser irremediable.

 

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Una líder natural

Zulema Ojeda Moya, nació en Puerto Natales, fue la octava de quince hermanos, y a su edad dice estar feliz de haber nacido en una familia que supo criar a sus hijos, agregando que todo lo que es, se lo debe a sus padres. Viuda, con tres hijos, una nuera, cuatro nietos y siete bisnietos.
Desde 1953 es dirigente social, año en el que entra a la 2da. Compañía de Bomberos. Cuenta que en 1966 se crea la primera Agrupación Femenina en Chile, en el ámbito social, donde trabajó hasta 1997.
En el 2004 forma la Unión Comunal del Adulto Mayor junto a Mireya Tapia, donde ha sido presidenta por cinco años. En enero pasado dejó el cargo para dedicarse a la cultura y dice sentirse contenta de haber vivido tantos años haciendo lo que le gusta, que es servir a la comunidad.
Zulema es una convencida de que la persona nace líder y que luego se va formando. “Yo desde chiquitita fui hiperquinética, porque cuando la Antonia Raquel de Castro que fue mi profesora salía por cualquier cosa, yo altiro me plantaba adelante y era la jefa de la sala. Me hubiese gustado ser maestra, pero en ese tiempo los padres decían que uno estudiaba para casarse. Tenía doce años cuando terminé la escuela”.
Respecto a las cualidades o virtudes que debe tener una mujer, comenta que es importante saber comprender y escuchar, porque no se puede imponer la voluntad de uno. En ese sentido, dice que no sólo hay que plantear problemas, sino ver cómo se puede solucionar. “Afortunadamente todos estos años que estuve frente de la Unión Comunal jamás nadie escuchó que existiesen problemas en los clubes”, relata.
Esta ex dirigente asegura que no hay obstáculos para las mujeres, sino que nosotras mismas los ponemos.
“El problema ha sido que nosotras venimos de una generación donde la mujer vivía sometida al poder, por eso la palabra  PODER para la mujer es terrible y allí es donde tienen miedo de meterse en lo que debería estar ya insertada la mujer, y donde todas debiéramos apoyarla; porque también hay una cosa, las mujeres somos muy envidiosas, les encontramos mil y una cosa y terminamos votando por el hombre. Ya en lo social sabemos, sabemos demasiado, pero nos falta en la política”.
En relación justamente a la política, Zulema destaca a la Presidenta Michelle Bachelet, por haberse atrevido a ser la primera mujer mandataria de Chile, y por haber hecho tanto por la mujer respecto al derecho a una pensión y a las casas tuteladas, donde asegura, los abuelitos están felices.
A sus 81 años, asegura que hoy en día la mujer va teniendo su propio espacio. “Yo le diría a la mujer del futuro: cuiden lo que están conquistando y guíen a su Patria por un buen camino y no se olviden del papel principal de la mujer, ser madre, y cuidar de sus hijos y criarlos con mucho amor, porque de ellas va a depender el futuro.