Darjeeling en India y su Champagne de Té

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Campanas en Monasterio de Ghoom

Campanas en monasterio de Ghoom

Por Claudia Pérez

La Ruta del Té es finalmente la que uno va desarrollando con las experiencias de la vida: lugares, paisajes, historia y por qué no?, conocimiento que se va adquiriendo al pasar de los años bebiendo té.
Este año tuve el placer de recorrer hermosos lugares y en cada uno busqué llevar a vuestros hogares un poco de esa historia y de las costumbres o consejos respecto a esta bebida milenaria y que tantos beneficios nos trae además para la salud.
Quiero compartir con ustedes un viaje hermoso a una de las regiones más reconocidas en el mundo por su producción de uno de los más prestigiosos tés, que es llamado el champagne de los tés: El Darjeeling.
En mi ruta dentro de India conocí lugares como Nueva Delhi, Jaipur, Agra, Khajuraho Benares (Varanasi) y Darjeeling, en lo que se convirtió en una celebración de cumpleaños ¡que duró muchísimos días! y que en cada ciudad o lugar donde nos detuvimos hubo una atención o detalle relacionado al té para celebrarlo.
India es en sí un lugar increíble, tanto por su gente amable, como por sus hermosos paisajes, su energía potente y su a ratos sobrecogedora invitación a meditar o simplemente a dejarse llevar por una cultura diametralmente distinta a lo que normalmente conocemos en occidente. Luego de sorprenderme con Delhi y su verdor, calles angostas en la parte antigua y avenidas donde reina un caos ordenado en su parte más nueva, no es posible abstraerse de Jaipur, la ciudad rosa -cuna de las joyas hermosas-, de Agra con un imponente mausoleo con una historia de amor sin igual como es el Taj Mahal, ni la historia escrita en 22 Templos en Khajuraho donde sólo una parte de ellos está dedicada al Kamasutra, la emocionante ceremonia en el Río Ganges (Varanasi) donde sacerdotes jóvenes reciben una multitud de personas día a día para agradecer al caer el sol, donde por cierto bebí el mejor Chai de todo el viaje y donde vencí mi miedo a “navegar” en un bote grande, sin ningún equipamiento de seguridad sobre aguas sagradas, apenas despuntando el sol a las 5 de la mañana, respetando además el rito de las cremaciones que ocurrían a esa hora en su orilla.
Finalmente Darjeeling la que es, por cierto, bastante más “occidental” en el sentido de que su cercanía a Nepal de alguna forma la aleja del hinduismo puro, para mezclarse con el budismo zen y una práctica ancestral, poseedora además de uno de los Templos Budistas más antiguos: El Ghoom.  Ello sumado a su herencia inglesa al haber sido colonia y que  los ingleses comenzaran las plantaciones de Té en 1841 completan el cuadro de una ciudad con muchos e interesantes matices.
Apenas me bajé del avión, en un aeropuerto tan estratégico que bien podría ser el de Punta Arenas, comencé a ver plantaciones de Té, pequeñas, más bien familiares.  Me llamó la atención que también hubiera plantaciones en plano y no sólo en laderas, como es más característico allá, pero pañuelo de seda en cuello, como fui recibida amablemente por nuestro guía, me bajé en cada una de las que pude, para mirar extasiada, cada rincón que pude, de ellas.

Cata de Té

Cata de Té

montañas de darjeeling

Montañas de Darjeeling

Castleton
Llegar a Darjeeling no es fácil y se requiere de jeeps o vehículos acondicionados, se encuentra literalmente en lo alto, algo así como escondida del mundo (de hecho en días sin bruma se alcanza a ver el Himalaya),  con un microclima que se agradece luego de haber experimentado 44° al sol y cerca de 90% de humedad a diario… el frío nocturno nos venía muy bien.
Es una ciudad llena de contrastes porque pese a que la población es bastante más nepalesa, la cultura y edificación inglesa se dejan sentir y a ratos vuelvo a percibir ese parecido magallánico en sus casas, coloridos y fachadas, que sumado a paisajes y algo de viento no parece tan distinto aunque estemos a miles de kilómetros de distancia.
La visita a Castleton Tea, en Kurseong, Distrito de Darjeeling, una de las plantaciones más reconocidas mundialmente me tuvo ansiosa, su dueño/administrador nos recibe muy amablemente y nos cuenta un poco de su historia y de cómo ellos recibieron de mano de los ingleses el conocimiento y la forma de trabajo antes de abandonar India, respetuosos de quienes les entregaron formación, mantuvieron los nombres de casi la mayoría de ellas, como en este caso cuyo dueño tiene a su haber Castleton y The Margaret´s Hope (en honor a la hija de quien fuera su fundador).
A ratos me parece que no dieran importancia a los múltiples destinos donde llegan sus producciones y no muestran ningún atisbo de sorpresa cuando les digo que probé este mismo año sus tés en Alice´s Tea Cup de New York.  Ellos trabajan esmerados en la calidad, pero con cariño por la hoja y por la tierra.  Se nota pasión en lo que hacen y a lo largo de un recorrido que no es posible documentar en fotografías, si es maravilloso poder constatar que cada proceso es cumplido con los más altos estándares de calidad.
Nos fuimos muy contentos de haber compartido con todo el equipo que allí trabaja y con nuestro guía local que sabía tanto o más que yo de Té y que ofició de especie de anfitrión logrando algunas concesiones a la hora de poder conversar con trabajadores o involucrarnos un poco más en cada proceso.  Un lujo y un maravilloso regalo de cumpleaños.
En el mismo Darjeeling veo con sorpresa que los habitantes consumen bastante té producido allí, pese a que su precio de venta no es muy barato, bordeando los seis mil pesos por 100 gramos en el caso de los tés más exclusivos, llegando a doce o quince mil pesos, en el caso de los premium o de la cosecha del año.
Mi querido guía, dateado seguramente desde Nueva Delhi, me tenía de regalo de cumpleaños una cata en una empresa distribuidora de Té, en pleno centro de Darjeeling, donde pude probar y comprar exquisiteces que guardo en casa como reliquia, dado que en un par de casos fueron tés premiados este año en círculos internacionales y donde pude degustar también un Darjeeling Green, sorpresa para mí, acostumbrada a tomar el Darjeeling como té negro y un delicioso, delicado y aromático Oolong de esa zona.
Luego de tres días de recorrer plantaciones, lugares sagrados, templos y beber té en cada momento, emprendemos regreso a Delhi, cargados de implementos, juegos de Té, accesorios y por supuesto muchas hebras de un té delicado pero con la fuerza de un territorio que parece a ratos hacernos sentir como que estuviéramos literalmente en el cielo del mundo.
Espero, como les dije a ellos, volver pronto. difícil sería quedarme a aprender el oficio, como le llaman allá, porque tendría que vivir al menos un año en esas latitudes, cosa que no me desagrada -e intuyo que a mi familia tampoco- pero con hijos pre-universitarios no puedo por ahora darme ese lujo, aunque quizá en unos años más pueda hacerse realidad.
India nos resultó emocionante, íbamos llenos de prejuicios que se fueron cayendo uno a uno, sin expectativas, lo que se tradujo en una serie de sorpresas gratas y felices.  Cada paisaje, momento y lugar quedará por siempre en nuestros recuerdos.  A veces, cuando una familia completa realiza un viaje, cada uno se llena de experiencias y a veces es posible no concordar en algún sitio o situación, e increíblemente los cuatro quedamos encantados y con ganas de volver!
Ha sido hermoso poder compartir con ustedes mi Ruta personal del Té, pero que se ha enriquecido con la retroalimentación que se produce cuando reparo en que mi bella región ha dado pasos agigantados en este mundo, marcando tendencia, invitando a sus residentes y a quienes les visitan a compartir una taza de Té y los secretos que en ella se encuentran, aprender de a poco a lograr una perfecta taza de Té con el tiempo necesario de infusión, la temperatura adecuada y la compañía perfecta para disfrutar de una Patagonia  mágica, con identidad y cultura propia que nos invita a recibir el regalo de su paisaje con una humeante taza en la mano, para agradecer y recibir un 2016 lleno de buenaventura y bendiciones.

Puerta de la India - Dehli

Puerta de la India – Delhi

Les invitamos en este verano a compartirnos sus historias en torno al Té y a la vajilla familiar.  Seguimos trabajando en Historia de una Taza de Té, así que envíen la suya al correo eltedemay@gmail.com para poder agendar una entrevista.
Esperamos también poder contarles pronto ¡qué pasa en Puerto Natales y sus alrededores  para tomar Té!

¡Abracemos la vida, persigamos los sueños, seamos felices que para eso hemos venido a este mundo!