Libertad Fernández García: una comerciante de larga trayectoria

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Con 78 años, esta natalina de corazón ha logrado mantener durante años su tienda de ropa para niños y adultos. Revista Fem Patagonia te cuenta cuál es su historia.

Tiene dos hijos, seis nietos y dos bisnietos. Libertad Fernández García (78) es una conocida comerciante de Puerto Natales, hija de asturianos, que posee una amplia trayectoria en el rubro. Actualmente es dueña de una tienda que vende ropa para niños y adultos.

“Nací en Punta Arenas, pero a los nueve años llegué a Puerto Natales. Yo me considero natalina. No soy una pionera aquí porque esas son palabras mayores y hay gente mucho más antigua que yo, pero”, asegura.

La vida de Libertad no ha sido fácil. De hecho, ha estado llena de sacrificios. Su padre falleció a temprana edad, ella estudió solamente hasta sexto de preparatoria y a los 13 años debió comenzar a trabajar. El sueldo que ganaba en aquellos años le alcanzaba para comprar dos manzanas, las que comían de postre junto a sus hermanos.

“He tenido una vida muy dura, mi mamá enviudó siendo una mujer muy joven. Lo que más rescato de mi infancia es que crecí con una madre que nos inculcó valores maravillosos y que tuvo una gran fortaleza para salir adelante. Era una española con un carácter terrible, pero nunca tuvo ningún problema con ninguno de los dos hijos”, comenta.

A los 19 años se casó con Arturo Godoy Avendaño, quien falleció hace poco más de diez años.

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“La muerte de mi marido y de mi papá fueron los dolores más grandes de mi vida. Arturo siempre fue un apoyo fundamental. Estuvimos juntos durante muchos años y desde que él murió, mis dos hijos se han convertido en mi pilar”, cuenta.

 

Emprender en Puerto Natales

Libertad asegura que emprender es un riesgo grande y que todos los comerciantes están expuestos a preocupaciones constantes.

“Ha habido épocas muy malas, como por ejemplo, cuando fue el Golpe de Estado. En ese periodo el cambio bajó mucho. Tuvimos que despedir a la chica que nos ayudaba porque no teníamos para pagarle el sueldo”, explica.

La emprendedora afirma que en el pasado, todos los natalinos compraban en la misma ciudad, debido a que no habían vehículos y las personas no salían de la ciudad.

“Ahora la competencia es más grande. Hay mucha gente de afuera, hay buenos hoteles y también más trabajo. Le deseo lo mejor a esta ciudad. Puerto Natales merece progreso porque así todos estaremos bien”, concluye.

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“Nací en Punta Arenas, pero a los nueve años llegué a Puerto Natales. Yo me considero natalina. No soy una pionera aquí porque esas son palabras mayores y hay gente mucho más antigua que yo, pero”, asegura.