Las travesías de Catalina Navarrete

Ha viajado por más de 20 países, habla inglés, algo de francés y unas pocas palabras de ruso. La magallánica Catalina Navarrete es la encargada de agencia de viajes y Long Haul Markets de Aerovías Dap.

Catalina nació en Punta Arenas, pero en los 80’, cuando era una adolescente, su familia decidió radicarse en Santiago, ciudad en la que vivió 15 años.

“A mí me subieron arrastrándome a ese avión”, cuenta entre risas y agrega que “decidí volver porque siempre extrañé el clima, aunque suene ilógico. El calor de Santiago me mataba. Cada vez que daban programas de televisión donde mostraban algo de Punta Arenas me ponía a llorar de la nostalgia. Como buena magallánica, después de unos años regresé a mi tierra”.

Esa época, mientras estaba en la capital, aprovechó la instancia para estudiar inglés y francés. “Mi mamá me inculcó que los idiomas eran súper importantes. Al principio me costó la carrera, pero el que es perseverante puede. En el colegio, siempre fui alumna de 5,0, jamás me saqué un 7,0. Sin embargo, ahora para mí es más fácil hablar inglés que español. De hecho, trabajo con puras cuentas extranjeras”, explica.

Su trayectoria

Catalina trabaja en Aerolíneas Dap hace 13 años. Llegó como asistente de gerencia y al poco tiempo le designaron otro cargo.

“Un día salió un negocio grande y ayudé. Después llegó otro. Y ahí me dijeron: ‘¿Sabes? Te vamos a cambiar de puesto porque tienes otras capacidades y nos gustaría que las aprovecharas’”, dice.

Pese a que gran parte de su carrera la ha desarrollado en la empresa regional, su primer trabajo en la zona fue con los americanos que construyeron las plantas de methanol II y III Empresa Kvaerner. Posteriormente se desempeñó en la agencia Comapa. Luego realizó asesorías a Broom, fue guía turística y finalmente postuló a Dap, donde también es tripulante de cabina en los viajes a la Antártica.

A través de los cinco continentes

Catalina no tiene claro con exactitud cuántos países conoce, pero sí sabe que estuvo en más de 20 y que ha visitado los cinco continentes.

“Mi primer viaje fue a Estados Unidos a una feria de cruceros. Generalmente trabajamos con el mercado americano, ruso, chino y australiano. Por mi trabajo, me toca muchísimo viajar afuera”, comenta. Lo que más le gusta de su trabajo es la posibilidad de experimentar nuevas experiencias.

“Tengo la oportunidad de conocer mucha gente. Me relaciono directamente con científicos, sobre todo cuando viajo a la Antártica. Me fascina poder ver nuevas culturas, entender cómo viven en otras partes y aplicar eso acá”, asegura.

En sus viajes, especialmente en las ferias de turismo a las que asiste, aprendió a cómo relacionarse con los clientes.

“Nos enseñan que finalmente tenemos que terminar siendo amigos de ellos. Es decir, la idea es ser encantador y lograr convertirse en sus confidentes. Esa es la clave de mi éxito”, afirma y añade que “nunca pensé que iba a terminar en un trabajo como este. Yo estudié una cosa y trabajo en otra. Con los años uno va descubriendo cuál es su vocación. Y si tienes la suerte de elegir lo que realmente gusta, no se puede pedir más en la vida”.

El futuro

Catalina tiene claro que a pesar de que ha viajado por distintos países del mundo, su vida está en Punta Arenas.

“Ya compré mi casa. Me gusta Santiago porque salgo y tengo muchos amigos, pero la verdad es que siento que mi vida está acá. Las costumbres de esta ciudad siempre las he mantenido. Además, yo amo la naturaleza. Me fascina la montaña y los glaciares. Yo disfruto de eso. No sé qué me deparará el destino, pero siento que mi vida está aquí”, concluye.