Jorge Caballero: un artista magallánico de exportación

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Tiene 37 años y sus colecciones han recorrido países como Colombia, Alemania y Estados Unidos. Con la técnica de entrelazado de junquillo, el nombre del diseñador ha dado la vuelta al mundo.

Deslumbrantes. Así son las creaciones del diseñador magallánico Jorge Caballero (37), que el 20 de julio de este año fue uno de los encargados de abrir la semana de la moda Slowmotiv Fashion de Bogotá, Colombia. Su obra étnica está basada en técnicas ancestrales de trenzado de junquillo.

La relación entre Caballero y el arte comenzó hace más de 20 años, cuando él aún se encontraba en el colegio.

“De primero a cuarto medio nos enseñaron orfebrería. Posteriormente estudié un año arquitectura y finalmente me titulé de diseñador gráfico. Luego trabajé en una agencia publicitaria italiana y después de un tiempo decidí independizarme”, explica.

Antes de que ocurriera ello, Caballero decidió ingresar a Servicio País, un programa de intervención social de la Fundación Superación de la Pobreza. Fue así como lo destinaron a Puerto Williams. Allí, en el extremo del país, conoció a las últimas tres yaganas. Ermelinda Acuña fue la mujer que le enseñó la técnica del entrelazado de junquillo con la que ha recorrido el mundo.

“Estuve tres meses y luego viajé varias veces. Siempre seguí en contacto con la gente de allá por el material. Busqué muchos tipos de pastos en Puerto Natales y otros lugares porque no todas las zonas son buenas. Fue proceso de recolección y una búsqueda enorme, hasta que finalmente encontré el lugar preciso”, cuenta.

Tras su paso por Puerto Williams, Caballero, que ha representado a la región en las pasarelas de Madrid, Barcelona, París y Nueva York, se dedicó a investigar durante un largo período.

“Estudié muchísimo. Leí de todo: literatura e historia y cientos de artículos en internet. Visité museos y bibliotecas. Sabía que para crear un proyecto sólido tenía que instruirme”, expresa.

Tras distintas colecciones de orfebrería, Caballero decidió traspasar sus técnica a otras áreas: objetos de diseño y decoración.

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Su relación con la Patagonia

“Yo vivo en Punta Arenas hace más de siete años, en Pampa Redonda. De ahí, en las afueras de la ciudad, sale todo mi trabajo”, asegura Caballero y agrega que “antes de sacar la primera colección de orfebrería en junquillo, me di cuenta de la necesidad existente en la zona. No teníamos productos con identidad, de rescate cultural con innovación. Por ello, comencé a investigar respecto de qué faltaba en la región”.

El diseñador afirma que no es fácil trabajar desde Punta Arenas por la distancia que implica viajar a otras ciudades. Sin embargo, cree que vivir en la Patagonia le ha dado un plus en su carrera.

“A las personas que trabajan en los medios de comunicación y las editoriales les llama la atención que, estando tan lejos, exista calidad y renombre internacional. Lo más rescatable es que ellos mismos se dan cuenta de que Santiago no es Chile. Patagonia es un punto súper estratégico. Cuando saben que soy de aquí me miran con otros ojos porque les cuesta entender que viva en el fin del mundo”, dice.

 

Los siguientes proyectos

Próximamente, el desafío de Caballero es abrir una tienda en Punta Arenas. “Ya tengo una en Puerto Natales, así que ahora la idea es concentrar gran parte de mis colecciones en mi ciudad”, explica.

Además de ello, participará en un congreso de creadores y asesores de imagen en Washington, Estados Unidos, que se realizará el 15 de agosto.

“Después de 15 años de trayectoria, creo que todo el esfuerzo ha valido la pena”, concluye.