Formando el vínculo de Apego madre-bebé
Dr. Rodrigo Cárcamo – Psicólogo, Doctor en Cuidados Infantiles (Universidad de Leiden, Holanda)
Consulta Psicológica Centro Médico Fermín Roca, Lautaro Navarro 716, Fono: 2245706
El vínculo de apego es la relación que forma un bebé con su cuidador (generalmente la madre), que le permite regular el estrés frente a situaciones adversas, además de explorar el entorno que le rodea y ser independiente. John Bowlby, un psicoanalista inglés en la década del ’50, comenzó a trabajar sobre la idea de que un bebé durante su primer año de vida necesita de una figura que lo proteja y esté disponible de manera sensitiva para así lograr un adecuado desarrollo emocional y psicológico. Sin embargo, sólo un 65% de los niños durante su primer año de vida desarrolla lo que se denomina apego seguro, que significa que el bebé siente que tiene un cuidador sensible, que está disponible y que responderá de manera adecuada a sus miedos, estrés, dolor, etc. Estos niños realizan una serie de conductas que muestran su confianza en esa figura, por ejemplo, lloran ante la separación, se dirigen hacia su figura significativa y, sobre todo, se calman luego de recibir una respuesta sensible. Otros niños no logran establecer un apego seguro con su cuidador principal, lo que trae como consecuencia dificultades para regular el estrés frente a situaciones adversas, mostrando conductas frente a su cuidador de rechazo, evitación e indiferencia.
Varias investigaciones han mostrado que los niños con apego seguro se convierten en personas más saludables psicológicamente en la vida futura, tienen mejores relaciones interpersonales y de pareja, y son independientes. Por otro lado, niños con apego inseguro, tienen más probabilidad de desarrollar en la vida adulta algunas psicopatologías, dificultades en sus relaciones interpersonales y carencias en el ejercicio de la parentalidad con sus propios hijos. Más de cincuenta años de investigación han mostrado evidencia de lo importante que es la formación de un vínculo de apego seguro en la infancia temprana. Uno de los factores más importantes para lograr esto es la sensibilidad materna, que es la capacidad de identificar las señales del bebé y responder adecuadamente a ellas de manera oportuna. Esta capacidad puede ser evaluada, pero también promovida y fortalecida a través de intervenciones breves y focalizadas en la parentalidad positiva. Esta es un área emergente en nuestro país y nueva en Punta Arenas, que ha permitido a madres de niños pequeños identificar sus conductas sensitivas por medio de la observación de sus propias interacciones y fortalecer sus habilidades para la formación de un vínculo seguro en sus hijos, que les permitirá un desarrollo saludable tanto del propio niño, así como también el desarrollo de una parentalidad adecuada, representando una importante proyección hacia la salud mental de todos los integrantes de la familia.