Columna de opinión: Juego de niñas

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María Soledad de la Cerda Etchevers

Los estereotipos de género aún son un mal arraigado en la sociedad, especialmente en nuestra América Latina donde todavía en muchos países la mujer sigue relegada exclusivamente al rol de madre y dueña de casa.

En el plano profesional hay áreas que siguen siendo vedadas para ellas, o espacios en los que se encuentran en franca minoría, como ocurre en el caso de las ciencias. Sin embargo, es dable predecir que se aproximan grandes cambios. Esto último no se trata meramente de un vaticinio hecho a partir del deseo de que las cosas se modifiquen, es más bien un pronóstico que se basa en la observación de lo que viene ocurriendo desde hace un tiempo con los juguetes infantiles para niñas.

En el caso de las niñas, los juguetes que son réplicas en miniatura de objetos que encontramos en la realidad reflejan actividades que han sido asignadas culturalmente a la mujer, como los quehaceres domésticos o el cuidado de los enfermos. Sin embargo, en los últimos años han ido evolucionando para reflejarlas desempeñando los nuevos roles que comienzan a asumir.

Por ejemplo, en enero de 2014 atendiendo a la solicitud de Charlotte Benjamin, una pequeña de 7 años, la empresa danesa de juguetes de construcción Lego lanzó una colección llamada Instituto de investigación, con figuras que representan a una paleontóloga, una astrónoma y una química, las que además poseen instrumentos como microscopios, telescopios y tubos de ensayo.

Atrás quedaron para Lego las muñecas que, según la queja de Benjamin, hacían cosas como ir a la playa y de tiendas, mientras que las figuras de niños se iban de aventuras, salvaban a gente y poseían buenos trabajos.

muñeca

Mattel tampoco ha querido quedarse a la zaga, razón por la cual sacó al mercado a Grace Thomas, una muñeca que representa a una niña de 9 años con alma y vocación de emprendedora y que es dueña de una pastelería. En la misma serie de las muñecas American Girl podemos encontrar a la pequeña Goldie, de profesión ingeniera, cuya misión es acercar a las niñas a los conceptos básicos de su profesión, para abrirles el paso en un territorio hasta hoy dominado mayoritariamente por los hombres.

Pretendiendo ser un reflejo de los tiempos actuales en los que hay más mujeres empresarias, en junio de 2014, Mattel lanzó la Barbie empresarial acompañada de un smartphone, un iPad y su maletín, perfectamente ordenados en una caja en cuyo exterior se puede leer «Las mujeres emprendedoras son líderes con grandes sueños».

En nuestro país la organización “ComunidadMujer” –en el marco de su campaña #LasNiñasPueden– lanzó en la navidad recién pasada una instancia interactiva en su web www.lasniñaspueden.cl que tuvo por objeto entregar regalos simbólicos -no estereotipados- a las niñas, como autos, lupas, pelotas o microscopios, para estimular su creatividad e imaginación.

Pues bien, dado que habitualmente somos las madres las que compramos los regalos para nuestros hijos, no olvidemos que ellos pueden ser la cuna del machismo y que muchas cualidades, gustos y deseos son moldeados desde la más primera infancia, por ello al momento de elegirlos recuerda que los juguetes no tienen sexo, sino que somos las personas adultas quienes atribuimos estereotipos de género al uso de los mismos. ¿Qué te parece entonces regalarle una lupa en vez de una muñeca a tu hija?