Efectos del cigarrillo en la salud

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Mauricio Vargas, Cirujano Maxilofacial – mvargas@DRMvargasZ.cl

Ya todos sabemos que el tabaco envejece; lo hace de manera proporcional al número de cigarrillos que se fuman a diario. Y es sólo uno de los daños que provoca, recordando que juega un rol importantes como agente cancerígeno, en los problemas en el pulmón tales como enfisema y bronquitis, causando daños cardiovasculares y que es predisponente a infecciones.

El principal agente tóxico del tabaco es la nicotina, una sustancia “vaso- activa” que es además responsable de su naturaleza adictiva. La nicotina, al ser vasoconstrictora (significa reducción del flujo de sangre), reduce la llegada del oxígeno en los tejidos y la piel.

También el tabaco reduce los niveles de vitamina A, el retinol, que es una vitamina que interviene en la formación y mantenimiento de las células, en el crecimiento óseo y en la protección de la piel y las mucosas. Es un antioxidante conocido y su disminución genera cambios en la cantidad y calidad de las fibras de colágeno causando atrofia de la piel. Esto se conoce como la elastosis del fumador, que es la disminución de la resistencia y elasticidad de la piel, con arrugas muy profundas.

 

Algunas señales del daño que causa el tabaco son:

– Piel deshidratada y seca, con menos oxígeno y vitaminas que sufre un envejecimiento prematuro, especialmente en mujeres al tener una piel más fina. La piel no se ve ya sonrosada sino, apagada, amarillo-grisácea, opaca, pálida, víctima de la mala oxigenación.

– Más arrugas, diferentes a las propias de la edad, pues son estrechas y profundas, de contornos bien marcados y prominentes. En el contorno labial, donde a estos se unen el contacto directo con el humo y a la contracción continúa del músculo orbicular de los labios en el acto de fumar, se presenta el odiado “código de barras”. A más cigarrillos más arrugas.

– Labios secos y mal coloreados, daños evidentes en la boca y dientes y encías El tabaquismo produce una congestión nasal crónica que se traduce en unos párpados frecuentemente hinchados.

– Alteración de la cicatrización: al disminuir la oxigenación de los tejidos, afecta la nutrición de la piel y disminuye la cantidad de oxígeno que llega a los tejidos. Estudios muestran que los fumadores tienen tres veces más probabilidad de sufrir necrosis e infección de las heridas que los no fumadores. Por esto, se recomienda que una semana antes y una después de un acto quirúrgico no se fume. Como mínimo.

– Cáncer de piel: El tabaco es un importante factor de riesgo para diferentes cánceres, demostrado en muchos estudios.