El arte de fabricar Jabones
Capturando el aroma y las propiedades del calafate y los frutos de la Patagonia en un jabón
En Magallanes, Carolina Miranda incursionó en la elaboración de jabones naturales con productos regionales, como el calafate, frutos del bosque, hierba buena, así como con otras combinaciones que brindan excelentes beneficios para la piel y son amigables con el medio ambiente.
Egresada de la Universidad de Magallanes como técnico en calidad en procesos industriales, Carolina Miranda realizó la mayor parte de su carrera profesional en los laboratorios de Enap así como también en Ingeniería Civil Vicente. Pero, el deseo de desarrollar un emprendimiento propio y reinventarse a sí misma la llevaron a investigar en el mundo de la cosmética y la fabricación artesanal de jabones. Realizó numerosos cursos en Santiago y, luego de experimentar distintas combinaciones y aromas, presentó su proyecto a un Capital Abeja, cuya adjudicación le permitió dar un impulso mayor al negocio y proveerse de materia prima e insumos.
Además de su página en facebook/jabotecapatagonica, la participación en exposiciones como Expo Magallanes o Expo Mujer en Cordenap, le abrieron las puertas para dar a conocer sus productos y luego posicionarlos poco a poco en hoteles como el Remota, Las Torres, La Yegua Loca, Río Serrano y El Ñandú, entre otros.
“He tenido un apoyo incondicional de mucha gente, mi pareja y mi hijo son los fans número uno. Cada vez que desarrollo un nuevo jabón tengo que hacer uno para ellos”, expresa Carolina, mientras va sacando de una práctica valija, cuyos recintos apilables mantienen en perfecto estado los bloques de jabón, múltiples formas, colores y combinaciones.
“Los aceites le dan propiedades a los jabones, por ejemplo la incorporación de la amapola, la rosa mosqueta, enriquecen el producto y son muy buenos para la piel”, comenta y advierte que disfruta de realizar en su casa estos productos y tener la posibilidad de ir creando distintas combinaciones. Aunque para ella el año 2014 fue muy sacrificado considera que fue un tiempo de sembrar con trabajo para luego ver los frutos y cumplir su sueño de ver los jabones en tiendas de souvenirs regionales así como en los hogares de los magallánicos y en los hoteles.
Llama la atención un tipo de jabón, hecho con fieltro, “la lana, al mojarla, y frotar la piel permite una suave exfoliación. El jabón junto con la lana, no deja mucha espuma, y esto lo hace aún más naturales, ya que en su composición tienen menos hidróxido de sodio”, explica.
Curiosidades del arte de crear
“Yo ocupo ralladura de limón, semillas de amapola, aceite de rosa mosqueta, jugos naturales, esencia de canela con avena y coco. Son todos productos naturales que sirven por ejemplo como exfoliantes y humectantes”, explica Carolina.
Asimismo la lufa combinada con glicerina o saponificados sirve para la celulitis y facilita la circulación sanguínea así como también reafirma la piel. Otra curiosidad es el jabón de vino, que se realiza con la evaporación del alcohol, y lo mezcla con los aceites y clavo de olor. “Es un jabón muy bueno como antioxidante”, concluye Carolina Miranda.
Como se trata de un emprendimiento artesanal, las posibilidades de hacer productos a medida son infinitas, desde souvenirs para cumpleaños con jabones pequeños en forma cupcakes, hasta obsequios para todos los gustos.
Se utilizan para limpiar y perfumar la piel así como para exfoliar, hidratar y también regenerar tejidos. Además de sus propiedades intrínsecas, ya sea por sus formas, colores y diseños, se han convertido también en un objeto deco para embellecer el toilette.
