Brecha salarial: Mujeres con posgrado ganan menos que los hombres

0 Comments

Mientras, en promedio, una profesional puede acceder a una renta de $990 mil, en el mismo puesto un hombre percibe $1,7 millones al mes.

Aunque el discurso es bonito y está incluido en las políticas públicas de los últimos años, en la práctica no existe igualdad entre hombres y mujeres en Chile y esto se evidencia, entre otros, en el mercado laboral.

La brecha salarial es, así, uno de los indicadores ostensibles de esta desigualdad, la cual se agranda mientras más estudios se hayan realizado.

La última Nueva Encuesta Suplementaria de Ingresos (Nesi) del Instituto Nacional de Estadísticas (Ine) determinó que las mujeres tienen un sueldo mensual promedio de $354 mil, mientras que los hombres ganan $531 mil.

Esta diferencia es sustancial si se analizan los salarios por nivel educacional. Una mujer con posgrado puede obtener en promedio un sueldo de $990 mil al mes, mientras que un hombre con igual nivel de estudios accede a un ingreso de $1,7 millones.

La diferencia de participación laboral entre hombres y mujeres es de 23% (71% versus 47,9%, respectivamente) y las mujeres trabajan menos horas a la semana, situación que igual las afecta a la hora de percibir mayores ingresos.

$402 mil ganan al mes en promedio los hombres que sólo tienen educación secundaria; las mujeres, $253 mil.

$645 mil perciben los ocupados con educación técnica; las mujeres en esta categoría sólo ganan $402 mil en promedio al mes.

$988 mil es el sueldo promedio al mes de los hombres con título universitario; sólo $663 mil es el de las mujeres en tal situación.

$791 mil es la diferencia salarial entre los hombres y las mujeres que tienen un posgrado.

Las razones que explican esta divergencia salarial son múltiples. Al respecto, la directora de Estudios de ComunidadMujer, Paula Poblete, señaló que el fenómeno puede explicarse porque “muchas mujeres obtienen salarios bajos debido a que trabajan en áreas consideradas tradicionalmente “femeninas”, que generalmente son una extensión de su rol tradicional de cuidadoras, con baja productividad y, por lo tanto, mal pagadas”.

Otro factor que influye –agrega– es que se concentran en posiciones medias o bajas al interior de las organizaciones.

El pesado lastre cultural siempre está presente. Paula Poblete hace ver que a las niñas se les fomentan las “habilidades blandas” y a los niños, “las duras”. Al egresar de la educación secundaria, sólo un 15% de las mujeres que deciden seguir educándose opta por carreras universitarias vinculadas con la tecnología, que son las más valoradas y mejor remuneradas en el mercado. El 52% de los hombres, en cambio, sigue en tales carreras.

Para la ex ministra del Servicio Nacional de la Mujer (Sernam), Laura Albornoz, el factor de la diferencia salarial sería el que hay pocas mujeres en cargos altos y directivos en las empresas. El mayor costo de contratar a mujeres es otro elemento, según la investigadora del programa social del Instituto Libertad y Desarrollo, María Paz Arzola.