La asombrosa belleza de los fiordos y glaciares del fin del mundo

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Un mundo escondido, a sólo kilómetros de Punta Arenas. Esa es la aventura que se nos ofrece emprender a bordo del crucero expedición Via Australis. En medio de los vericuetos de la loca geografía patagónica, se descubre ante nosotros el señorío de los hielos, cuya gélida hermosura contrasta con la calidez y ternura de la vida silvestre que nos sale al camino.

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Elia Simeone R.
revista@fempatagonia.cl

“Adesso, aparve la volpe”, comienza el relato en italiano del encuentro que sostuvo el Principito con el zorro, en el famoso libro de Antoine de Saint-Exupéry.

Y la verdad es que ese capítulo de Il Piccolo Principe se me vino a la mente cuando, como al Principito, nos salió al encuentro ese curioso animalito en nuestra primera excursión en tierra mientras ascendíamos a un cerro para apreciar desde las alturas los recodos de la loca geografía de Tierra del Fuego y la fantástica Cordillera Darwin.

“Entonces, apareció el zorro”, comienza ese relato, pero, en vez de estar bajo el manzano, nuestro zorro de cola roja se nos presentó entre las matas de chauras, fruto silvestre de color rojo, junquillos y otros arbustos característicos de los parajes fueguinos, mientras en el fondo se asomaba, se sospechaba el glaciar Marinelli.

¿Quién ha tenido la suerte de tener como guía a un zorrito culpeo que sale al encuentro y que, lejos de asustarse, sigue los pasos de los turistas hasta que el grupo regresa a la orilla de la playa?

¡Allí comenzó la magia de un viaje que nos tuvo ésta y otras conmovedoras sorpresas!

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Como la Torre de Babel

Nos embarcamos junto a un centenar de turistas de todo el mundo. Todos compartiendo la ilusión de ver maravillas, de disfrutar de la vida silvestre.

Ya a bordo y sentados en la mesa 11, la cena se sirve con prontitud. Comienzan las presentaciones y el compartir. Por la ventana, gracias a los largos días del verano austral, la noche sin oscuridad nos permite ver cómo las toninas saltan y siguen el rumbo del crucero Via Australis. Es la exuberante fauna magallánica que nos da la bienvenida.

Se escuchan risas y se repiten las preguntas para saber nombres, ciudades de origen y el porqué tanta gente diferente ha tenido un objetivo común: hacer un largo periplo para llegar al confín del mundo.

Parece una torre de Babel, no bajo el sino castigador del relato bíblico, sino por la posibilidad de, a través de diferentes lenguas y experiencias, acercarse a los otros, conocerlos y reconocernos en ellos.

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Nos sentimos igual que quienes levantaron Efemenanki (que significa “mansión de lo alto entre el cielo y la tierra”, construcción que habría dado pie a las leyendas sobre la Torre de Babel y la unidad de la lengua de los hombres). Queremos alcanzar el cielo, trascender contemplando lo divino: las bellezas escénicas y las singulares especies de la flora y la fauna que Dios depositó en el último lugar del mundo.

 

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Toda la magia del glaciar Brookes

El café para madrugadores permite a muchos levantarse temprano y comenzar a admirar y sacar cientos de fotografías.

Al amanecer del sábado, ya estábamos en el Parque Nacional Alberto De Agostini y el Vía Australis en pleno Seno Almirantazgo.

La aventura en zodiac comienza, pues será nuestra forma de acercarnos a bahías y puntos de desembarque que nos permitirán internarnos y conocer más de las bellezas patagónicas, sentir los aromas de sus flores, arbustos y berries.

En la bahía Ainsworth, una caminata sólo para valientes nos lleva a las alturas y fue allí donde tuvimos al mejor guía: el zorrito culpeo.

En el trekking, asomaban desafiantes las chauras, grandes y brillantes. Desde niña me fascinan, aunque sé que para muchos no tienen mayor sabor. Comerlas mientras caminaba, me permitió volver a mi infancia magallánica. Los extranjeros preguntan qué es y le explicamos que son pequeños frutos silvestres, hoy catalogados de berries. Muchos no resisten la tentación y los prueban.

Pero, también comienzan, luego, a preguntar por unas frutillas rojas que tapizan todo el suelo que pisamos. “Nooo, don’t eat!”, les advierte el guía. Se trata de las denominadas “frutillas del diablo”, de sabor amargo y de efectos indeseados.

Por la tarde, la navegación por el fiordo Almirantazgo nos lleva hasta la bahía Guerrero, donde, nuevamente en zodiac, vamos sorteando pedazos de hielos desprendidos del glaciar Brookes, que es parte de la curvilínea Cordillera Darwin.

El tiempo fue benigno con nosotros durante todo el viaje. Ese día, tuvimos una pequeña brisa y un sol radiante, condición climática inusual.

Tras una breve caminata, ya estamos frente a esta masa de hielo compactado, mudo testigo del paso del tiempo, que quiere alertarnos del cambio climático cuando, con roncos gritos de auxilio que parecen provenir de su interior, anuncia que se está desgarrando y se desprenden de él grandes trozos gélidos.

¡Sólo resta callar y contemplar!

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Elefantes marinos

Nuestro viaje a bordo transcurre entre exquisiteces magallánicas, un siempre entusiasmante bar abierto y charlas educativas que permiten entender más y dimensionar los lugares y los procesos geológicos y glaciológicos que dieron vida a estos fiordos, senos y montañas. Igualmente interesantes y necesarias para quienes no son de estos lares, son las explicaciones sobre la peculiar fauna que nos sale al encuentro.

Gran expectación había el domingo. Se nos prometió visitar el fiordo Parry, aunque no fue posible entrar a su brazo oeste por condiciones climáticas, pues había vientos de 80 kilómetros por hora. Pero, el paseo mutó a un acercamiento en zodiac a el brazo este del mismo fiordo Parry, donde también se realizó una caminada donde la presencia de cóndores y un solitario guanaco que recorría la falda de una de estas masas de hielo resultaron todo un espectáculo.

Una nueva aventura se aproximaba: la visita a una colonia de elefantes marinos, en la costa de la bahía Almirantazgo y al interior del Parque Karukinka, que en lengua yagán significa “Nuestra tierra”. Esta reserva es administrada por la red de Wildlife Conservation Society (WCS).

Desde que nos bajamos del bote zodiac, se nos advierte que debemos caminar a cinco metros de estos animales gigantes: las hembras llegan a pesar una tonelada y los machos, hasta cuatro.

Y allí están, inicialmente mimetizados con el roquerío y los troncos de árboles caídos que yacen en la orilla de la playa. Pero, poco a poco, comenzamos a identificarlos, a admirarlos y hasta –¡por qué no admitirlo!- asustarnos cuando un gran ejemplar se alza y, reptando, se interna en el mar. Luego, en otro sector, la tradicional pelea en que, con cuerpo erguido, dos machos chocan sus trompas. Esto, aplacado por la enorme ternura que provocan los grandes ojos de las crías que también descansan y que nos miran silentes y con expresión de curiosidad.

Al regresar, el mar está un tanto más bravo y las olas nos salpican. El sol sigue brillando para nosotros. Algún tramo de la Cordillera Darwin siempre está presente con su manto blanco de nieve y sus picos que sobresalen desafiantes.

Mientras el agua fría y salobre cae sobre mi rostro, pienso que al otro día iremos a encontrarnos con la colonia de pingüinos de Magallanes, que tiene en isla Magdalena su hogar al cual retornan cerca de 40 mil ejemplares cada año para anidar y para que sus polluelos enfrenten su primera incursión en el mar.

Así, con tal expectativa en mente, observo los intensos colores verdes del mar, levanto los ojos y me encuentro con el azul y maravilloso cielo magallánico. Sólo puedo decir: “¡Gracias, Señor, porque estoy en el lugar más hermoso del mundo!”.

 

Nuestros compañeros de viaje

Además de las bellezas escénicas del Parque Nacional Alberto De Agostini, la ruta que ofrece Via Australis otorga la posibilidad de conocer a diferentes animales y especies propias de la zona. Así, durante diversos desembarcos los pasajeros pueden disfrutar de la simpatía de los pingüinos de Magallanes, que están en el Monumento Natural “Los Pingüinos”, en Isla Magdalena, de la curiosidad de un zorro culpeo y de la imponente presencia de los elefantes marinos que llegan a las playas del Parque Karukinka.

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