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En 1879 Florence Dixie desembarcó en el Puerto del Estrecho de Magallanes para realizar un viaje de aventura cuyas impresiones de paisajes y bellezas regionales dieron luz ante los ojos del mundo, al impresionante parque Torres del Paine, en su libro “Across Patagonia”, con descripciones de una región que para la época era desconocida e inhóspita.

Durante la llamada era Victoriana que vivió el esplendor del Imperio Británico, era muy común que la alta sociedad inglesa realizara viajes y expediciones como una fuente valiosa de ilustración, para acceder a conocimientos generales y de mayor cultura.

La región magallánica, territorio remoto y de sugerente atractivo en aquel tiempo del cuarto final del siglo XIX, despertó el interés de Florence Caroline Douglas Dixie, la hija menor del séptimo marqués de Queensberry.

Así es que en 1879 arribaron al Puerto del Estrecho de Magallanes a bordo del vapor Brittania los protagonistas de una expedición turística motivada por Florence Dixie junto a su marido Sir Alexander Beaumont Dixie, sus hermanos lord Queensberry y lord James Douglas y un amigo burgués Mr. Julius Beerbohn, quien ya había tenido una experiencia previa en la Patagonia.

Florence era una mujer culta y apasionada de las aventuras, con una exquisita sensibilidad para la literatura. Conocida como autora de varios poemas y libros, y también por su adelantada (para la época) perspectiva sobre los derechos de la mujer, su inclinación al deporte, su amor por los animales y la vida silvestre.

La gran expedición

A los pocos días de arribar al puerto contrataron caballos y comenzó la expedición que duraría poco más de un mes. El extenso recorrido al norte de la península de Brunswick hasta las proximidades de las cumbres de San Gregorio los llevó a penetrar en la zona indígena de Dinamarquero, para pasar luego por los cerros boscosos de Monte Alto y proseguir después por el sector oriental de la laguna Blanca.

Siguieron camino hasta aproximarse a la sierra Baguales desde donde pudieron divisar, maravillados el impresionante paisaje del actual distrito de “Torres del Paine”, al que penetraron siguiendo el valle del río de las Chinas, en un trayecto hacia la laguna Azul.

Fruto magnífico de esa aventura singular, daría forma en un libro que llamó “Across Patagonia”, obra del género narrativo que se ganaría con absoluta legitimidad un lugar entre los libros clásicos sobre la Patagonia del siglo XIX.

Tal como está citado en el libro de Mateo Martinic, parte del relato de Florence Dixie dice así: “La vista bien valía la pena todo el esfuerzo. El lago que tenía dos o tres millas de extensión estaba rodeado por altas colinas cubiertas por espesa vegetación, la cual crecía al borde del agua. Más allá de los cerros se erguían los tres picos rojos y la Cordillera. Sus blancos glaciares con las albas nubes descansando sobre ellos eran reflejados en una maravillosa perfección en el inmóvil lago, cuyas cristalinas aguas eran del más extraordinario azul brillante que yo hubiera jamás visto”.

Gracias a investigaciones llevadas a cabo por Mónica Perl y María José Vial de la Universidad de Magallanes, ha sido posible descubrir tres cartas que escribió Florence Dixie a Charles Darwin que relatan la preocupación y admiración de los trabajos del ilustre investigador, poniendo a disposición su impresión y experiencia sobre el interés común que tuvieron ambos en la Patagonia.