La ghanesa Margaret Acheampong, “Tenía que volver a ver a mi princesa”

8 Comments

– Luego de trabajar con la familia Mahtani-Nandwani, volvió a su país africano, pero a sus 64 años decidió retornar a la región y todo por un reinado: “Después de muchos años, regresé a Punta Arenas cuando mi ‘hija’ (Roshini Mahtani) me dijo que estaba postulándose a Reina de la Invernada”.

 

Proviene de un país del cual pocos tienen alguna referencia: Ghana, en el oeste de África. A sus 64 años, Margaret Acheampong se comunica en inglés con la gente que la conoce en Punta Arenas y forma parte de una de las familias indias más conocidas de la zona: Mahtani-Nandwani. Y fue precisamente el reinado de la que considera su “hija”, Roshini Mahtani, el que la impulsó a regresar a la zona luego de muchos años.

Ella estaba en Nigeria trabajando con Deepak Mahtani y él se casó con Mónica Nandwani. “Y me trajeron con ellos a Punta Arenas. Después, me fui a Honk Kong y estuve ahí con la familia de Deepak. Más tarde, volví a mi país Ghana, pero, después de muchos años, regresé a Punta Arenas cuando mi ‘hija’ Roshini Mahtani me dijo que estaba postulándose a Reina de la Invernada. Tenía que volver a ver a mi princesa. Volví, vi a mis niños, a mis amigos y mi familia de la iglesia metodista pentecostal y decidí quedarme por un tiempo”, relata.

Para esta mujer, algo de cierto tiene el rezo: “El que come calafate…”: “En mi primer viaje, aquí comí mucho calafate. Me dijeron que, si comía calafate, iba a volver y aquí estoy nuevamente. Así es que es verdad”.

 

– ¿Cómo te ha tratado la gente de esta ciudad?

– “Los chilenos son buenos cuando me ven aunque me conozcan o no. Siempre me muestran los dientes, siempre me sonríen. Me encanta aquí, siempre están feliz todos, en la iglesia, en la calle. Como acá son todos blancos y soy la única negra, la gente se sorprende al verme y así me he vuelto famosa por estos lados”.

 

– ¿Cómo has sentido y te has adaptado a la región?

– “Me gusta vivir aquí porque la gente que vive aquí es buena. Mi único problema es que algunas de las comidas de mi país no las puedo conseguir aquí y eso lo extraño un montón. Lo que más extraño es el ‘yam’, es como una papa, pero es diferente. Aquí tengo que reemplazarlo por la papa en puré, pero no es lo mismo.

“El clima cuando vine en un comienzo me molestó. Sufrí mucho, tuve calambres y pasaba en la clínica enferma con dolores. Me costó mucho adaptarme, pero, ahora que volví, mi cuerpo ya está acostumbrado.

“No me gusta el viento, pero amo la nieve porque en mi país no existe y es muy mágico. Aquí vi nieve por primera vez en mi vida y, por eso, lo amo.

“Cuando era pequeña, en mi colegio me enseñaron sobre Chile, Magallanes y me mostraron fotos y habían personas con tanta ropa y sólo se veían los ojos y, en la foto, en todas partes se veía nieve, hielo. Entonces, en mi clase, cuando el profe estaba explicando sobre Punta Arenas, todos decíamos que ni muertos íbamos a pisar un lugar así. Pero, las vueltas de la vida son así. Conocí a Deepak y Mónica y trabajé para ellos en Nigeria por unos años hasta que Mónica estaba embarazada de Roshini y quería tenerla en Chile y me dijeron que ellos querían ir a América y les encantaría que yo viniera con ellos. Les tengo tanto cariño que acepté. Pero, como habían pasado tantos años de mi colegio se me había olvidado Magallanes. Cuando llegamos y vi nieve, me acordé de mi colegio y no podía creerlo. Le pregunté a Deepak: ‘¿Dónde exactamente estamos?’ y me dijo: ‘En Punta Arenas, Magallanes’. Casi me muero, no me quería bajar del avión. Cuando dijeron América, jamás pensé que iba a terminar en el fin del mundo”.

 

– ¿Qué es lo que más te ha gustado de vivir aquí?

– “La verdad, me gusta todo aquí. Mi familia Mahtani-Nandwani es como mi familia de sangre y los amo. Mi familia de la iglesia siempre me invita a su hogar, jamás me ha discriminado. Son todos muy acogedores.

“Ahora amo la cazuela, alfajores, torta de hoja. Cuando regrese a mi país, abriré una tienda de comida y venderé todas estas cosas ricas y llamaré mi tienda: ‘Gracias a Dios: Chile’”.

 

– ¿Existen similitudes entre tu ciudad natal y esta región? ¿Hay muchas diferencias?

– “En comida, tenemos vegetales, carnes, casi todo es muy similar. Claro que aquí hay algunas cosas que no conseguimos de mi país. Pero, son lo mínimo y siempre hay alguna otra cosa con la que se pueda reemplazar. La diferencia es el clima. La nieve y el viento. Viento hay en Ghana, pero aquí es sorprendente. En arquitectura, lo encuentro muy similar. El comportamiento de la gente ahí (Ghana) son todos muy alegres y de piel, pero aquí igual son todos muy amorosos. También cuando salgo a la calle veo puras caras blancas en cambio ahí todos somos iguales. Agradezco a Dios por darme la oportunidad de conocer esta tierra maravillosa.

“El idioma también es diferente. En mi casa con mi familia, todos hablamos en inglés por costumbre, así que no he podido aprender bien el español, pero, de a poquito, aprendo”.