Blefaroplastia Cosmética, los ojos son la ventana del alma

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Parte II, párpado inferior

Dr. Mauricio Vargas Zec – Cirujano Máxilo Facial –  mvargas@drmvargasz.cl

Comentamos en el número anterior de su revista FEM Patagonia acerca de algunos aspectos acerca de la blefaroplastia cosmética del párpado superior; continuamos ahora con el inferior.

En el párpado inferior, la laxitud de las estructuras consecutiva a la edad provoca fundamentalmente dos cambios a nivel de los párpados: por una parte, la grasa orbitaria, tejido que rodea y protege el ojo y que ocupa gran parte de la órbita, se proyecta hacia adelante, haciéndose visible bajo la piel y da lugar a las coloquialmente conocidas “bolsas”. Por otra parte, el estiramiento y descolgamiento de la piel, músculo y tendones dan lugar a arrugas, pliegues y un descenso del párpado inferior. Asimismo pueden producirse de manera asociada al envejecimiento, algunas malas posiciones del párpado inferior – llamado ectropión palpebral – que es cuando se produce la eversión del borde palpebral, lo que a su vez puede producir una alteración en el drenaje de las lágrimas.

El objetivo de la blefaroplastia es devolver al párpado un aspecto más juvenil, manteniendo los rasgos propios de cada persona, dejando un aspecto natural, evitando cicatrices visibles y protegiendo la salud ocular.

La evolución de las técnicas quirúrgicas en los últimos años ha sido fruto del mejor conocimiento de los procesos de envejecimiento facial, promoviendo a la adopción de técnicas menos invasivas y más conservadoras.

La blefaroplastia del párpado inferior consiste en la eliminación del exceso de piel y en algunos casos de una parte del músculo que está bajo ella. Otros casos requieren también eliminar parte del tejido graso interno, pero siempre de forma muy conservadora. Para esta cirugía se realizan incisiones en los pliegues naturales del párpado, que evitan la visibilidad de las cicatrices.

Las bolsas de los párpados se tratan mediante la reducción o recolocación de las mismas. La reducción de los paquetes grasos suele realizarse en pacientes que tienen unas bolsas muy grandes. En el resto de pacientes puede ser preferible la recolocación de las mismas bolsas. En ambos casos, el manejo de las bolsas puede realizarse por vía externa, realizando una incisión en la piel, o por vía interna a través de la conjuntiva (llamada vía transconjuntival).

Como hemos mencionado en los artículos anteriores, estos procedimientos (y varios otros) son considerados mínimamente invasivos y todos llevan a una notable mejoría estética y funcional cuando están efectuados por los profesionales apropiados.