Corraleras se lucieron en Rodeo de Cerro Castillo
Una vez más, las mujeres se lucieron en el rodeo que fue parte de la Fiesta a la Chilena, realizada el fin de semana pasado en Cerro Castillo, comuna de Torres del Payne.
El sábado, las integrantes de la Agrupación Nacional de Mujeres del Rodeo se dieron cita en la medialuna para dar cuenta de terneros y toros, demostrando toda su destreza.
La collera ganadora la integraron Marjorie Hermosilla, de Talagante, y Francisca Abarca, de Machalí. La primera sobre el caballo Chamullo y la segunda, montando a Amigazo.
El segundo lugar fue para las corraleras Kelly Molina y Valentina Campos; mientras que el tercer lugar fue para la dueña de casa, la alcaldesa Anahí Cárdenas y su compañera Natalia Orellana.
Desde que tenía cuatro años, Marjorie Hermosilla no se ha separado de los caballos. “Toda mi familia es corralera. Por eso, siempre he practicado, pero jamás pensé que podría correr porque era un deporte de puros hombres”, relata.
Su sueño, sin embargo, se hizo realidad cuando hace cuatro años se realizó el primer rodeo femenino en Colina, en 2009, tras un cambio de los estatutos.
Así sin más se lanzó a correr y se quedó con el tercer lugar del campeonato. Hoy, a sus 24 años, exhibe con orgullo tres champions nacionales: Rancagua, Los Andes y Lampa, junto a su compañera Ignacia Rodríguez.
El sábado 25 de enero no podía hacer menos y también se impuso en el rodeo femenino de Cerro Castillo junto a Francisca Abarca.
Fundamental para el éxito es lograr sintonía con su caballo. Contó que llegó el miércoles 22 de enero y le presentaron a Chamullo. Lo cuidó, lo alimentó y se complementaron. “Respondió súper”, remarcó.
Francisca Abarca, de familia corralera
“Mi papá es corralero; mi marido es corralero”, indicó Francisca Abarca, de 33 años, para hacer ver que su habilidad no es casual, sino que proviene de pertenecer a una familia corralera.
Hace un año se inició en las competencias del rodeo femenino y se mostró muy contenta de haber logrado el primer lugar en la medialuna de Cerro Castillo. Además, destacó la amabilidad de la gente, la belleza natural y dijo que, pese al fuerte viento, lograron adaptarse rápido y evitar que ello no fuera un obstáculo para montar bien el caballo y mostrar sus capacidades.
